La manzana es el fruto del manzano, árbol de la familia de las rosáceas. Su piel puede ser de color
verde, amarilla o rojiza, y la pulpa puede ser harinosa o un poco crujiente, su sabor generalmente es dulce, aunque puede ser un tanto agrio. En su interior contiene varias semillas de color café oscuro.
La manzana ha sido un fruto simbólico a lo largo de la historia, puesto que se cita en la Biblia como
el fruto prohibido que provocó la expulsión del ser humano del paraíso. Se cree que las manzanas ya existían en la prehistoria, tal y como lo demuestran restos arqueológicos que se han
encontrado en excavaciones neolíticas.
Existen más de mil variedades, pero las que se suelen comercializar normalmente son: Delicia, Reineta, Granny Smith, Golden, Starking y Gala.
La manzana aporta hidratos de carbono fundamentalmente en forma de azúcares como fructosa, glucosa y sacarosa, además de contener fibra, tanto soluble como insoluble, siendo esta última la más abundante, y que hace de este alimento un eficaz regulador de enfermedades del intestino grueso (estreñimiento/diarrea). La fibra soluble (pectina), tiene por su parte, actividad hipocolesterolémica.