El gato suele comunicarse a través de vocalizaciones. La más popular es su característico maullido y el ronroneo, pero puede aullar, gemir, gruñir y bufar. Además, adoptan poses o expresiones que informan, a sus congéneres, sus enemigos o sus cuidadores, de su ánimo o sus intenciones.
El sobrepeso es perjudicial para los gatos, por lo que debemos evitarlo a través de una dieta equilibrada y ejercicio físico, especialmente en los gatose exclusivamente hogareños, ya que no suelen hacer mucho ejercicio dentro de casa como lo harían los gatos silvestres.