Saca toda la ropa y accesorios que tengas dentro de tu closet, de esa manera puedes ver exactamente con lo que estás tratando. Acomoda los artículos por categorías, pantalones en un lado, abrigos en otro y así sucesivamente, para que puedas ver con facilidad que es lo que tu closet esconde.
Toma un poco de agua y sigue con tu objetivo. Esta es la parte más difícil. ¿No lo has usado en un año? Afuera. ¿Está nuevo, pero no te lo pones porque pica/no te gusta cómo se ve/ya no te queda/se ve fuera de moda/ya no va con tu estilo? Afuera.
Si ya has clasificado tu ropa, entonces es hora de sacar los tres últimos grupos y dejar solo los dos primeros. Observa que esas prendas que dejaste combinen, luzcan bien y sí te vayas a poner junto con tu ropa nueva.
Esos jeans que simplemente ya no cierran sólo ocupan espacio en tu clóset. Mejor dónalos a alguien que realmente los use. Si no te convence, también puedes venderlos para tener un ingreso extra.