El perro es un animal mamífero que fue domesticado hace aproximadamente unos 10.000 años y que, actualmente, convive con el hombre como una mascota.
El olfato y el oído son los sentidos más desarrollados en los perros, pueden detectar sonidos que son inaudibles para el ser humano, además de ser capaces de distinguir aromas que aparecen en una concentración unas cien millones de veces más pequeña que aquellas que captan las personas.
Los perros descienden de los lobos. Se cree que de manera espontánea, por su natural acercamiento al hombre, comenzó el proceso de domesticación.
Los ojos de estos animales no son excesivamente grandes, y aunque ven relativamente bien, se van a dejar guiar más por su olfato como también por su oído.
Cuando un perro se encuentra en cautiverio, o mejor dicho domesticado, el perro va a sentirse más cómodo siempre y cuando esté cerca de su dueño, ya que son animales que necesitan del contacto de otros seres vivos puesto que son muy sociables, requieren juegos y también mucha atención y cariño.