Los colores neón se popularizaron en la década de los 80s, aunque estos iniciaron siendo focis con gases que generan ese brillo tan característico con cierta tonalidad según los gases utilizados. Estos colores se adaptaron posteriormente como colores en ropa, pinturas, entre otros.
Los colores neón tenían relación con los gases que se encontraban en los tubos, dando como resultado los siguientes tonos:
Neón = Naranja
Helio = Amarillo
Dióxido de carbono = Blanco
Mercurio = Azul
Argón = Morado