La fresa es un fruto de color rojo brillante que puede comerse tanto cruda cruda como compota. Es empleada con fines medicinales ya que posee excelentes propiedades que ayudan a preservar la salud por los antioxidante que posee.
Son fácilmente digestibles y tienen un gran efecto laxante debido a su fibra, pigmentos, ácidos y enzimas. Su riqueza en minerales básicos le confiere la propiedad de estimular el metabolismo.
Se suele recoger a principio del verano, y generalmente las fresas silvestres son de menor tamaño que las cultivadas, pero su sabor y aroma es mejor.
Su valor energético por 100 g de peso de fruto fresco comestible oscila entre 27 y 34 kcal.
Su valor energético por 100 g de peso de fruto fresco comestible oscila entre 27 y 34 kcal.
Después del agua, su principal constituyente son los hidratos de carbono. Posee un bajo porcentaje de proteínas.