El principito es un cuento poético, el cual está acompañado de ilustraciones hechas con acuarelas por el mismo Saint-Exupéry. En él, un piloto se encuentra perdido en el desierto del Sahara después de que su avión sufriera una avería, pero para su sorpresa, es allí donde conoce a un pequeño príncipe proveniente de otro planeta.
En un principio fue considerado como un libro infantil por la manera en la que se encuentra escrito, sin embargo, también posee observaciones profundas sobre la vida y la naturaleza humana. Esto se puede ejemplificar con el encuentro con un rey, que sólo da órdenes que se pueden cumplir e incita al principito a juzgarse a sí mismo, u otro encuentro entre el principito y el zorro, quien le enseña el verdadero sentido de la amistad y la esencia de las relaciones humanas; de hecho, la esencia misma del libro se encuentra reflejada en el secreto que le obsequia el zorro al principito: «No se ve bien sino con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos». Asimismo, otras temáticas principales son expresadas a través de frases del zorro, tales como «Te haces responsable para siempre de lo que has domesticado» y «Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante».
El narrador cuenta que una vez, cuando era un niño, hizo un dibujo de una boa que digería a un elefante; sin embargo, todos los adultos que veían el dibujo lo interpretaban erróneamente como un sombrero. Cuando trata de corregir esta confusión, se le aconseja que deje de lado los dibujos y se dedique a algo más productivo. El protagonista entonces se lamenta de la poca comprensión que tienen los adultos por la creatividad.