¿Parece obvio?… Pues no, la respuesta es: FALSO. Lo creas o no, son exactamente del mismo color. ¿Tienes problemas para creer esto? Pon tu mano sobre la imagen, bloquea la sección que separa a los dos cuadros. ¿Ahora lo ves? En este caso, tiene que ver con la forma en que tu cerebro utiliza sombras para tomar decisiones acerca de lo que está viendo.
La luz reflejada por el objeto es convertida por tus ojos en una señal eléctrica, y se envía por un camino neurológico llamado el nervio óptico en la parte posterior del cerebro. A partir de esta región, llamada la corteza visual, la imagen hace una referencia cruzada con la memoria de experiencias pasadas almacenadas en tu cerebro, a medida que tratan de identificar el objeto. Una vez que se descubrió lo que es, tu cerebro tiene que decidir cómo se coloca el objeto en el espacio, y una de sus herramientas más fiables es utilizar sombras.