Uno siempre necesita que le hechen una ayudadita porque siempre debemos de ir de la mano de Dios, en ocasiones estamos tan decaidos que nada nos levanta, tanto que hasta nos sentimos enfermos, sin ganas de nada, todo nos molesta y sentimos que a nadie le preocupa lo que nos pasa y solo pedimos a Dios que nos proteja, porque el siempre escucha los ruegos que le hacemos