Las primeras documentaciones que tenemos sobre los muñecos de nieve se remontan hasta la Edad Media.
Más concretamente, el primer documento que se conserva que hace referencia a un muñeco de nieve es una ilustración de un libro del año 1380. Es decir, más de seis siglos de historia. Para acabar con este post tan friolero que os traemos hoy en Espiritualmente, os hemos preparado unas fotos que hemos encontrado con los muñecos de nieve más curiosos del mundo.
Un muñeco de nieve puede ser construido haciendo rodar una bola grande de nieve para fabircar un «cuerpo». Una segunda (y a menudo una tercera) bola más pequeña se pone encima figurando la superior como «cabeza». Los rasgos faciales como por ejemplo los ojos y la boca se agregan tradicionalmente usando trozos de carbón o pequeñas piedras, al igual que botones. También se puede añadir una nariz utilizando un trozo de fruta o de verdura como por ejemplo una zanahoria. Por último, en los laterales se colocan a veces unos palos para formar los brazos.