Los hechos que dieron lugar a esta celebración están contextualizados en los albores de la Revolución Industrial en los Estados Unidos. A fines del siglo XIX Chicago era la segunda ciudad en número de habitantes de EE. UU. Del oeste y del sudeste llegaban cada año por ferrocarril miles de ganaderos desocupados, creando las primeras villas humildes que albergaban a cientos de miles de trabajadores. Además, estos centros urbanos acogieron a emigrantes llegados de todo el mundo a lo largo del siglo XIX.
Tras la represión violenta de una manifestación obrera en Chicago, Estados Unidos, ocurrida el 1 de mayo de 1886, organizaciones gremiales de distintos países adoptaron esa fecha como el Día Internacional del Trabajo para visibilizar la lucha por mejores condiciones laborales.