La palabra “decoración” viene el término latín “decorativo”, que puede interpretarse o traducirse como el acto de decorar , es decir, darle belleza estética y visual a algo.
La tarea que hará el decorador de interiores es manipular el volumen espacial como darle al lugar un tratamiento superficial en orden a encontrar el mejor aprovechamiento del espacio que se tiene.
Proceso de crear ambientes a la medida de quienes los habitan o frecuentan, utilizando para ello recursos estéticos. Consiste en obtener una idea clara del lugar o área que deseamos decorar y fundamental conocer el espacio partiendo de los elementos físicos que lo forman originalmente.
La metodología que tradicionalmente utilizan los decoradores para plasmarles las ideas a sus clientes, es el diseño de esquemas y dibujos.
Se debe tener en cuenta las posibilidades reales que ofrece el espacio físico como: las dimensiones del lugar, qué paredes son de carga, cuales son medianeras, si existen escalones o desniveles, dónde están ubicadas las puertas, dónde hay empotrado armarios, sanitarios, chimeneas, interruptores, si tiene humedad o no, dónde están las ventanas, cuales son las fuentes de luz natural.