El diamante es la segunda forma más estable de carbono, después del grafito; sin embargo, la tasa de conversión de diamante a grafito es despreciable a condiciones ambientales.
El diamante es uno de los minerales más preciados del mundo por sus características físicas y ópticas. El mineral más duro que se conoce en la naturaleza se ha utilizado, desde hace muchos años, como piedra preciosa en joyería y cada vez tiene más aplicaciones en el campo de la industria.
Otras aplicaciones especializadas también existen o están siendo desarrolladas, incluyendo su uso como semiconductores: algunos diamantes azules son semiconductores naturales, en contraste a la mayoría de otros diamantes, que son excelentes aislantes eléctricos.
El color en los diamantes tiene dos fuentes adicionales: irradiación (usualmente por partículas alfa), que ocasiona el color en los diamantes verdes; y deformaciones físicas del cristal de diamante conocidas como deformaciones plásticas. La deformación plástica es la causa del color en algunos diamantes marrones y en algunos rosas y rojos.