La palabra Halloween, como tal, procede de la expresión inglesa All Hallow’s Eve, que significa “Víspera de Todos los Muertos”.
En Halloween, se emplean muchos símbolos con diferentes significados. Los principales son las calabazas de expresión malévola con una lumbre en su interior, las brujas, los gatos negros, los fantasmas, las calaveras y los disfraces.
Además, se tiende a una decoración tenebrosa para crear una atmósfera misteriosa, con velas, telas de arañas, murciélagos, búhos y espantapájaros etc…
Estados Unidos es, sin duda, el país más desmesurado y curioso a la hora de celebrar Halloween pero los orígenes de esta festividad no se encuentran al otro lado del charco, sino que se quedan en nuestro continente, gracias a los celtas.
Los irlandeses difunden al otro lado del Atlántico costumbres como el conocido ‘truco o trato’, en la que los celtas creían que un espíritu maligno iba de casa en casa durante esta noche pidiendo ‘truco o trato’, si el trato no se cerraba, el espíritu realizaría un truco maldiciendo a los habitantes de esa casa.