Durante la celebración del Día de Muertos en México, el 2 de noviembre, las ofrendas tienen un papel destacado, pues a través de ellas las personas recuerdan a los seres queridos fallecidos y comparten lo que les gustaba en vida.
Cada año la festividad del Día de los muertos recuerda a los que ya se han ido con una mentalidad un poco alejada a la española. Se elaboran bellos altares cargados de colorido en los hogares y se llevan ofrendas a las tumbas en los cementerios para hacerles ver que no les olvidan. El protagonismo ese día es para las flores, los colores y las calaveras de azúcar, de donde vienen los famosos tatuajes de calaveras mexicanas.
Actualmente se siguen realizando ceremonias para el Día de Muertos, sobre todo en zonas urbanas y semiurbanas, pero en la actualidad están influenciados por el ‘Halloween’ de los Estados Unidos y, algunas familias, por una fiesta más católica y tradicional como es el Día de Todos los Santos.
Pero vamos a lo que vamos, los tatuajes de calaveras mexicanas vienen de las calaveras de azúcar del Día de los Muertos, como ya hemos dicho. Estas calaveras son golosinas adornadas con muchos colores que se convierten en algo completamente inocente, coqueto y alegre. En los tatuajes la decoración más importante se da alrededor de los ojos, la nariz y la boca. Siguiendo la tradición mexicana, el tatuaje es un recordatorio a los difuntos de la familia. Aunque, por supuesto, puede tener el significado que cada uno considere oportuno.