La sakura o cerezo en flor japonés es uno de los símbolos más conocidos de la cultura japonesa.
Los árboles de Sakura son plantas sagradas para los japoneses, a tal grado que se han integrado a la vida diaria de sus habitantes, existe el “Banco Sakura” con sede en Tokio, “Sakura” es el nombre de elección para muchas niñas japonesas, o en su defecto, los padres integran el caracter de escritura “Sakura” dentro del nombre de sus hijos, la moneda de 100 yenes porta en el anverso un motivo de cerezo y la primer canción que muchos niños japoneses aprenden se llama “Sakura, Sakura”.
Los japoneses admiran la flor de este árbol al considerarla, entre otras cosas, como la imagen de las gotas de sangre que los samuráis derraman en la batalla. Así son los cerezos japoneses: elegantes, intensos y bellos.
Este árbol siempre genera sorpresas para cada estación del año cambiando de color y mostrándonos así un excelente repertorio de tonalidades. Asimismo, cabe destacar que es un árbol que queda bien con otras especies vegetales como arbustos.