Virgo es un signo de predisposición nerviosa, que busca continuamente la perfección y que se estresa con facilidad, sin embargo no es de enojarse. Es capaz de enfadarse más consigo mismo que con los demás.
El lógico y bueno de virgo comprende a cada persona y entiende que cada cual debe ocuparse de sus errores. Ahora bien, la falta de consideración y respeto, el incumplimiento de la palabra o la falta de ética, le hacen hervir la sangre.
Casi siempre controla sus emociones y parece imperturbable o demasiado sereno ante el conflicto. No te lo creas, la procesión va por dentro.
En pocas ocasiones, cuando la furia lo supera, puede reaccionar sorpresivamente revoleando algo, o pegándole fuertemente a la mesa.
Como ocurre con la mayoría de los signos, es mejor dejarlo hasta que se le pase. Si la sigues, puedes terminar deteriorando para siempre tu relación con ellos.