Muchas personas no pueden vivir sin pelear, enojarse o discutir, pero no es el caso de leo. A este signo no le gusta enfadarse, sino todo lo contrario: quiere disfrutar de la vida jugando y divirtiéndose, luciendo su gran porte por el mundo.
Este signo tiene fama de vanidoso, orgulloso, egocéntrico y lo es, pero no mucho más que cualquier persona. La mayoría de las personas goza de los halagos y el reconocimiento sólo que leo lo admite y demuestra más. No le gusta que lo dejen en ridículo, ni que lo excluyan. ¿Y a quién le gusta eso? A leo no, y te lo explicará claramente: -No te pases conmigo, que yo valgo mucho.
Leo se molesta si le llevan la contra en temas que tiene bien claros, o cuando lo traicionan en algún asunto profesional importante.
Su enfado, como el de tauro, es visible, físico y muy agresivo. Desata su furia cuando se meten con quienes quiere, porque además, están hiriendo su orgullo protector.