El mango es una de las frutas más populares y apreciadas en todo el mundo, conocida por su sabor dulce y su textura jugosa. Originaria del sur de Asia, particularmente de la región del subcontinente indio, esta fruta pertenece a la familia de las anacardiáceas y lleva por nombre científico Mangifera indica. Su cultivo se remonta a miles de años, y hoy en día es un elemento clave en la gastronomía, la cultura y la economía de muchos países tropicales. Externamente, el mango presenta una piel que puede variar en color, desde verde hasta tonalidades amarillas, anaranjadas y rojas, dependiendo de su madurez y variedad. Internamente, su pulpa, que también varía en color entre amarilla y anaranjada intensa, es rica en azúcares naturales y fibra. En el centro se encuentra un hueso grande y plano que constituye su semilla.
El mango es reconocido no solo por su delicioso sabor, sino también por sus beneficios nutricionales. Es una fuente rica de vitamina C, vitamina A y antioxidantes, que contribuyen a la salud del sistema inmunológico, la piel y la vista. Además, contiene fibra, que favorece la digestión, y otros nutrientes esenciales como el potasio y el magnesio. Más allá de su consumo fresco, el mango tiene una gran versatilidad culinaria. Se utiliza en la preparación de jugos, helados, salsas, ensaladas e incluso en platos salados, como el curry. En muchas culturas, también se emplea para elaborar conservas o chutneys, aprovechando tanto su forma verde como madura.