El recorte de la uñas de nuestro perro es muy importante, ya que si son demasiado largas pueden romperse y lastimarlos. Primero debes asociar el corte de uñas como algo agradable, necesitamos ayudar a nuestro perro a aprender a tolerar y a disfrutar del corte de uñas. Si lo asocia a su golosina favorita, el inicio del juego que más le guste o un paseo se dejará que le corten las uñas sin problema alguno. Tras unas cuantas experiencias positivas, llegaremos a cortar todas las uñas y el perro esperará impaciente su premio solo al final.
Lo último que queremos es asustar a nuestro perro o que se ponga nervioso, debemos cortar lentamente las uñas e ir poco a poco.
Hay dos tipos de tijeras de uñas: de tipo guillotina y de tipo de tijera. Elegiremos las que nos resulten más cómodas de uso o aquellas que nos aconseje nuestro veterinario por el tamaño o forma de la uña de nuestro perro.
A la hora del recorte sujetaremos firmemente la uña y la mantendremos en ángulo recto, si usamos unas tijeras o introduciremos la punta de la uña en la guillotina si este fuera el caso. En este caso, la uña se corta de arriba abajo, no de lado a lado.
Es conveniente contar con polvo hemostático por si fuese necesario, en caso de un corte excesivo.
¿Hasta dónde corto? Si nuestro perro tiene las uñas claras, no es problema. Cortaremos unos dos milímetros por delante de la zona vascularizada, que se verá de color rosa. Si las tiene oscuras, o negras, iremos muy poco a poco, empezando por la punta, y miraremos el borde expuesto de la uña. Con el tiempo, veremos un óvalo de color gris o rosa empezando a aparecer. Dejaremos de recortar al verlo.
Si cortamos en exceso es posible que provoquemos un pequeño sangrado y una molestia a nuestro perro. Aplicando el polvo hemostático dejará de sangrar rápidamente.