El schnauzer proviene de Wurtemberg, Alemania, y su origen antiguo se remonta a los perros medievales como el perro castor y algunos perros pastores locales.
El Schnauzer es muy alegre, de ojos brillosos, inteligente, cariñoso y vigilante. Son perros muy leales que desconfían de los desconocidos y se entregan a su familia en cuerpo y alma. Es por ello que se crean vínculos muy especiales entre los Schnauzer y sus dueños, y resulta muy habitual que alguien que ha tenido esta raza no quiera cambiar.
El Schnauzer tiene una enorme capacidad de adaptación al hogar y una gran necesidad de encontrar a una familia a la que considerar su manada para no despegarse de ella. Una vez crea el vínculo con los miembros del hogar se vuelve inseparable representando con su carácter la lealtad de esta especie.
Aunque por las características de pelo duro que tiene la raza esta no requiere mucho mantenimiento. Es importante que los propietarios presten atención al largo del mismo.
El mantenimiento en su versión más compleja implica el corte estético del pelo dorsal o mantilla, el pelo de la cabeza y el cepillado tanto del faldón resultante como de la barba y las cejas.