El oso polar u oso blanco es una especie de mamífero carnívoro de la familia de los osos.
Presenta un perfil más alargado que el de otros osos y las patas más desarrolladas, tanto para caminar como para nadar largas distancias. Las orejas y la cola son muy reducidas, para mantener mejor el calor corporal, al igual que en muchos otros mamíferos árticos. En esto también colaboran una gruesa capa de grasa subcutánea y un denso pelaje, que en realidad no es blanco, sino translúcido, formado por miles de pelos huecos (que al estar llenos de aire, son un buen aislante térmico).
Las jirafas adultas pueden alcanzar una altura de 5–6 m; los machos adultos son más grandes que las hembras. El macho adulto tiene un peso promedio de 1192 kg, y la hembra un promedio de 828 kg. A pesar de su largo cuello y largas patas, el cuerpo es relativamente corto.
El cerdo doméstico adulto tiene un cuerpo pesado y redondeado, hocico comparativamente largo y flexible, patas cortas con pezuñas (cuatro dedos) y una cola corta. La piel, gruesa pero sensible, está cubierta en parte de ásperas cerdas y exhibe una amplia variedad de colores y dibujos.
Los elefantes actuales se clasifican en dos géneros distintos, Loxodonta (elefantes africanos) y Elephas (elefantes asiáticos), pertenecientes a dos tribus distintas.
Las focas habitan las regiones costeras de buena parte del globo, con la excepción de las zonas tropicales. Tienen cuerpos alargados y fusiformes, adaptados a la natación; las extremidades anteriores son cortas y aplanadas, mejor preparadas para su uso como aletas que para el desplazamiento en tierra, aunque algunas especies pueden moverse a gran velocidad empleando movimientos de reptación.