Es importante comprender que un gato albino requiere cuidados especiales, ya que por las características que conlleva esta condición puede sufrir problemas relacionados como es el caso de la sordera, la ceguera, el cáncer o el enrojecimiento de los ojos.
No todos los gatos blancos son albinos.
El albinismo entre los gatos, al margen de un blanco impoluto de su manto con ausencia total de manchas de otro color, se manifiesta también en los ojos que suelen ser ambos azules, o bien bicolores (uno de cada color).
Otra característica relevante es el tono de la epidermis que en los gatos albinos ostenta un tono rosáceo, que también luce en su nariz, párpados, labios, orejas y almohadillas.